Este valioso patrimonio protoindustrial aprovecha los escasos caudales de un río, el Aguasvivas, cuyo nombre nos retrotrae, sin embargo, a las devastadoras crecidas evocadas por la memoria y las noticias de hemeroteca de todos los pueblos de la cuenca.
Desde la entrada a Blesa (760 m) se sigue por la carretera A-2306 en dirección a Moyuela, bonita ronda de circunvalación alrededor de la vega de la localidad, que cruza sobre el puente nuevo (de 1924) sobre el río Aguasvivas.
A unos 2 km del inicio se abandona la carretera justo por un camino a la derecha justro tras una fuerte curva a la izquierda. El desvío estaba señalizado pero actuamente (2015) han robado la señal.
La pista de tierra de buen firme discurre en todo momento por la margen izquierda del Aguasvivas, próxima al canal de Moneva, y desde la que parten los desvíos hacia los elementos hidráulicos de interés (azud del Vado, azud de Galindo y ermita de Sanched).
Tras la escombrera municipal aparece a la derecha el primer desvío (2,5 km; 40 min) que se acerca en poco más de 1 km hasta el mirador y azud del Vado. Esta presa, también conocida como de los Arcos –se llama así porque el azud se levantó sobre unos arcos de sillares que distribuyen el peso hacia las orillas–, se encuentra al final de un pequeño desfiladero del río. Tiene casi 4 m de altura y es una obra del siglo XV. Esta construcción no asentada sobre el cauce es singular en España, según algunos especialistas.
1 km aguas abajo del azud se conservan las ruinas del molino del Vado, un interesante edificio fechado en 1593 y en el que todavía se pueden reconocer sus partes características y los restos de la maquinaria.
Si ha venido en coche tendrá que volver a la pista principal y cruzar a la margen derecha del canal de Moneva para entroncar con el siguiente desvío, también a la derecha. En cambio, si el cauce no va crecido de agua y hace la excursión andando, puede seguir cauce abajo para atajar y disfrutar de la vereda. Llegará de ambas formas, a visitar el mirador y azud de Galindo (8,8 km, 2 h 30 min). Este se ubica en un bonito hocino o estrecho del Aguasvivas y es también fechable en los siglos XV o XVI. Cuando cae agua está precioso.
La presa, construida con sillares calizos, alcanza unos ocho metros de altura. Sin embargo, en este paraje tampoco se puede dejar de recorrer la acequia principal que nace en el azud, cuyo espectacular trazado está labrado en la roca, con una anchura de más de 1 m y una altura que sobrepasa en algún lugar los 5 m. Las ruinas del molino harinero del Galindo, no tienen ningún interés para el excursionista, pero aún pueden verse aguas abajo del azud.
Nuevamente en la pista de tierra que da servicio al canal de Moneva, dejando de lado los caminos rurales que la cruzan. El término de Moneva, en las tierras del Campo de Belchite, tiene las ruinas (ya muy escasas) de dos molinos, pero lo más destacable es su azud de sillería. Si se desea en este momento podrá seguir el PR-Z 27, que le encaminar hacia la cercana ermita de Sanched, único resto, ya bastante transformado, de un antiguo despoblado medieval. Esta pequeña ermita con elementos góticos ha sido recientemente restaurada con bonitas pinturas. Un conjunto de cuevas y un estrecho hocino del Aguasvivas dan realce al paraje desarbolado de Sanched. Aguas arriba también se pueden ver los restos arqueológicos del molino del Arrocado, una balsa de aspecto antiguo, en la margen izquierda (término de Blesa).
De vuelta a la pista se puede alcanzar fácilmente la localidad de Moneva (640 m).
Y desde ahí bajar al Aguasvivas para remontar el río para y visitar el azud de Moneva, al que se puede llegar en bicicleta y pie.
Blesa - azud de los Arcos, Galindo, Moneva, azud de Moneva
Fácil. No ciclable si se va por el cauce del río.
12 Km. (ida)
Señalizado. Servicio Geográfico del Ejército E: 1:50.000, Hojas de Belchite 28-17 (440)